Los frenos dentales son dispositivos de ortodoncia utilizados para corregir problemas de alineación en los dientes y mandíbulas. Consisten en frenos adheridos a los dientes y conectados por alambres que, gradualmente, mueven los dientes a la posición deseada. Los frenos se utilizan comúnmente para tratar condiciones como apiñamiento, espacios, sobremordida, submordida y mordida cruzada. El tratamiento generalmente dura entre 18 meses y 3 años, dependiendo de la gravedad del caso.

Los beneficios de los frenos dentales van más allá de mejorar la apariencia de tu sonrisa. Ayudan a mejorar la salud bucal al hacer que los dientes sean más fáciles de limpiar, reduciendo el riesgo de caries y enfermedades de las encías. Los dientes correctamente alineados también mejoran la función masticatoria y pueden aliviar problemas de habla causados por dientes mal alineados. Además, los brackets pueden prevenir daños a largo plazo en los dientes y mandíbulas, contribuyendo al bienestar dental y físico en general.